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La Historia del Bote Salvavidas de Valparaíso

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Mayo 27, 2023

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El origen del Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso está completamente ligado al origen del rescate marítimo voluntario en Chile, el cual parte, precisamente, en el primer puerto de la República, es decir en Valparaíso. Este origen se remonta al siglo 19, pues los primeros antecedentes históricos que existen sobre el tema nos indican que en el año 1878, la Logia Masónica Germanía premió con una medalla de oro a Julio Achardi por salvar a la familia del Capitán de una barca, que estaba en peligro en medio del temporal y además otorgó cuatro medallas de plata a los tripulantes que lo acompañaron.

Este galardón se entregó a fin de hacer públicos los actos heroicos de quienes arriesgaban voluntariamente sus vidas para salvar a otros en peligro en el mar.

La verdad es que Valparaíso – en aquella época – era un lugar inseguro para las embarcaciones y generalmente muchas de ellas terminaban contra los roqueríos o simplemente varaban en las playas porteñas.

A partir del año 1878 la Logia acordó crear un fondo especial para la creación de una sociedad de salvamento de náufragos en Valparaíso. Fueron los miembros de la Logia Lessing fundada en Valparaíso en 1877, quienes conjuntamente con las Logias Unión Fraternal y Etoile du Pacifique fundaron el 15 de junio de 1880 la “Unión Masónica para la Propagación del Salvamento de Vidas de Mar y Tierra”.

En 1883 la Unión Masónica disponía de un equipo básico para prestar auxilio a las embarcaciones consistentes en fusiles cordes, cajas de cuerdas, aparatos lanza cohetes, chaquetas de corcho y folletos explicativos sobre la manera de prestar auxilio a los náufragos, posteriormente contó con un cañón y un camión lanza cuerdas.

A principios de 1884 comenzó a funcionar como “Compañía de Salvavidas”, en un terreno donado por el gobierno de don Domingo Santa María para la construcción del cuartel. El 12 de agosto de 1886 se aprueban los nuevos estatutos, en los cuales se acordó crear una nueva entidad continuadora de la Unión Masónica, la que pasa a llamarse Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso, quedando dentro del inventario todos los implementos de la antigua organización, la fusión culminó en abril de 1892, cuando la Unión Masónica puso a disposición todo su material de salvataje.

El Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso desde un principio estuvo constituido por Voluntarios de la Primera Brigada, los que por medio de fusiles Cordes y un cañón lanza cuerdas usados como puente entre las embarcaciones y la playa, salvaban vidas desde tierra y también contaba dicho Cuerpo con una Segunda Brigada, la de Voluntarios Bogadores Salvavidas de Valparaíso, quienes estaban encargados de prestar ayuda por mar.

Los roles de ambas Brigadas estaban bien diferenciados, poseían asambleas autónomas, donde se trataban los asuntos inherentes a cada grupo, asuntos que eran discutidos con posterioridad en la Junta General del Cuerpo, de igual manera las resoluciones de la Junta General eran tratadas en las asambleas de cada Brigada. La Junta General delegaba Consejeros que asistían a las asambleas de las Brigadas e intervenían en los problemas que afectaban a cada grupo.

Como ya se ha señalado, el 12 de agosto de 1886 fue fundado el Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso y se eligieron los siguientes Oficiales Generales:

            Director: don Julio Chaigneau

            Comandante: don Luis Uribe (Comandante de la Armada de la época     y héroe de Iquique).

            Vice Comandante: don Eugenio Morisot

            Secretario: don Juan Trumbull

            Tesorero: don Santiago Hardie

            Doctor: don Siredy Borne

Ese mismo año se elige a los Consejeros: los señores Santiago Peede, David Trumbull, L. Lichtenstein, Vidal Gormaz y P. Inojosa, todos ellos ciudadanos de Valparaíso.

Los Oficiales Generales y los Consejeros cumplían funciones administrativas y velaban por el buen funcionamiento del Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso y de las Brigadas que lo componían.

El 7 de julio de 1891, se desata un gran temporal en Valparaíso, oportunidad en que los Voluntarios del Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso destacan por sus actuaciones de rescate. Entre los náufragos auxiliados se encontraban los de la embarcación “Wangaloe”, recibiendo por ello la donación de 15 libras esterlinas entregados por la firma comercial Williamson Balfour, existente ya aquella época.

El 17 de septiembre de 1895 se produce el incendio del cuartel de la primera Brigada de Voluntarios Salvavidas. Después de muchas dificultades y de solicitar ayuda al Presidente de la República don Federico Errázuriz Echaurren, quien gobierna el país entre 1896 y 1901, el Director A. Silva Palma logró que el Congreso Nacional en 1897 cediera un nuevo terreno para la construcción del nuevo cuartel, el que se encontraba ubicado en sector Caleta Jaime, construido con fondos propios, beneficios realizados y quedando con una deuda con la empresa constructora que fue cancelada en 1903, gracias a una subvención extraordinaria otorgada por el Congreso consistente en $ 10.000 de la época.

En 1904 los Bogadores pasaron a cargo de la Gobernación Marítima de Valparaíso, por lo que la Segunda Brigada deja de pertenecer al Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso.

El 16 de agosto de 1906, Valparaíso se vio desbastado por el terremoto que produjo graves pérdidas de vidas humanas y materiales, al encontrarse reorganizada la Brigada brinda gran ayuda a los damnificados, organizando “olla del pobre”, que funcionó gracias a las colectas realizadas, también efectuaron rescate de entre los escombros a personas heridas, posterior a la catástrofe la Brigada se encontró bajo el mando del Comandante de Plaza Almirante don Luis Gómez Carreño, efectuando guardias de seguridad de carácter policial en distintos sectores de la ciudad.

En 1911 y gracias a gestiones realizadas en Europa por el Director don Guillermo Münnich, quien al visitar diversas estaciones de salvataje y estudiando los adelantos existentes en ellas, obtuvo la entrega al Gobierno de Chile de un equipo de salvamento, logrando que parte de estos implementos fueran entregados por la Comandancia de la Marina a la Primera Brigada.

En 1920 se crea una comisión para lograr la adquisición de un camión, un reflector, 1.000 metros de cabos, 12 lámparas de mano, 1 bocina, 4 camillas y 12 catres que ayudaran a las labores de rescate.

La Primera Brigada participó en muchas tareas de rescate, estuvo presente en grandes temporales que asolaron Valparaíso, entre los más cruentos y recordados se cuentan el de 1891; el de 1913, el cual debido a la magnitud provocó serios daños a los implementos de rescate y algunos Voluntarios resultaron heridos; el temporal de 1919 que duró 4 días, en el cual, trabajando conjuntamente con otras instituciones, se rescató a las tripulaciones de las naves alemanas Pestchili, John y Sais y del vapor Cordillera que varó frente al cuartel, por estos servicios prestados el Gobierno Alemán entregó un pergamino de reconocimiento, que actualmente decora nuestro salón principal del Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso.

Al realizarse las obras de la zona de abrigo con un muelle con enrocados, las tareas de salvataje desde tierra fueron cada vez menos necesarias y a partir de 1925 se agudizan sus problemas, especialmente de índole económico, lo que fue provocando el decaimiento del Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso, el cual no obstante logró subsistir, cada vez con menor importancia hasta 1944, año en que se disolvió poniendo fin a este grupo de valientes hombres que plasmaron sus últimas palabras en la asamblea institucional del 6 de junio de 1944.

Mientras el Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso comenzaba su decaimiento, nacía una nueva institución, el Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso, el cual fue fundado el 15 de abril de 1925 por iniciativa del Capitán de Alta Mar, de origen danés y nacionalizado chileno el año 1916, perteneciente a una logia masónica de Valparaíso, Don Oluf Christiansen Lund, quien al ver la necesidad de hacer más efectiva la labor de salvamento marítimo, reunió un grupo de hombres de los más diversos oficios y actividades para tripular pequeñas embarcaciones que se hacían a la mar durante los temporales para salvar personas que se encontraban en peligro, asegurar fondeos, o llevar tripulaciones a las embarcaciones, el Capitán Christiansen se había desempeñado como Consejero y Comandante del Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso. En la década de los años 40, los Voluntarios de la Primera Brigada comenzaron a ponerse bajo las órdenes del Capitán Christiansen en el Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso.

Tremendamente importante fue la participación del Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso en el gran temporal que azotó este puerto el 22 de mayo de 1940, oportunidad en la cual la embarcación “Carlos Artigas” (BS 02) – embarcación preferida del fundador Capitán Christiansen – efectuó el rescato de una muerte segura de 327 personas, tripulaciones de mercantes, marinos de la Armada de Chile y personal del Dique Valparaíso II el cual se dio vuelta de campana con el Vapor “Chile” en su interior.

El año 1957 el Presidente de la República don Carlos Ibáñez del Campo cede el refugio marítimo y que antiguamente era paradero para las dotaciones de los buques de la escuadra surtas en la bahía y es ocupado desde el año 1963 por nuestra Institución.

El Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso año a año realiza una gran cantidad de rescates todos importante para las victimas auxiliadas, pero sin duda han marcado hitos destacados en esta historia el rescate de los pasajeros de un microbús que cayó al mar el día 30 de octubre de 1998, oportunidad en la que la recién adquirida embarcación Capitán Eduardo Simpson Roth (llegada a chile el 17 de octubre de 1998) realiza su primera salida en emergencia, en el rescate de 21 pasajeros de un microbús que cae al mar frente a Asmar en la Avenida Altamirano de Valparaíso.

También destaca la participación institucional en el gran temporal del día 9 de septiembre de 2000, oportunidad en que varó la nave “Avon” y se volcó un bongo pesquero.

En el año 2010 los Voluntarios de la Institución viajaron al sur de Chile a efectuar labores de rebúsqueda de cadáveres en los sectores devastados por el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010. Posteriormente, en julio rescataron a todos los tripulantes del buque “Cerro Alegre” que varó frente a Caleta Jaime en Valparaíso.

El Bote Salvavidas cuenta con una organización jerarquizada y con roles bien definidos. Al ingresar y ser aceptado como miembro, la persona está obligada a obedecer los estatutos y reglamentos, así como a sus superiores en todo acto de servicio en que participe.

La autoridad máxima del Cuerpo es la Asamblea, la que anualmente elige un Directorio, compuesto de 13 miembros que conduce todas las actividades de la Institución de conformidad a los estatutos y reglamentos. El Directorio está compuesto por su Presidente, Vicepresidente, el Capitán, tres Oficiales, el Secretario, el Tesorero y cinco Directores.

La naturaleza jurídica de esta Institución es la de una corporación de derecho privado sin fines de lucro, su objetivo se mantiene inalterable a través del tiempo “Salvaguardar la vida humana en el mar”, y está constituido exclusivamente por miembros voluntarios, quienes mantienen en alto su espíritu de servicio y sacrificio, que han caracterizado a las distintas generaciones. Su personalidad jurídica y sus estatutos fueron aprobados mediante Decreto Supremo del Ministerio de Justicia Nº 904 del 5 de marzo de 1938, el cual se encuentra actualmente vigente.

Es un colaborador permanente de la Autoridad Marítima y sus acciones de salvamento se desarrollan durante todo el año, a osados bañistas en época estival, deportistas náuticos, búsqueda y rescate de bongos y lanchas pesqueras, rescate en acantilados y cualquier emergencia ocurrida mar adentro, o incluso tierra adentro, en aguas interiores o inundaciones, pero evidentemente su labor más difundida por los medios de prensa es la que se desarrolla en invierno, cuando las condiciones de variable y mal tiempo obligan al Voluntario a concurrir al cuartel para acuartelarse y tripular las embarcaciones para prestar la ayuda necesaria a las embarcaciones y sus tripulaciones.

Las páginas del Bitácora están repletas de los diversos actos de salvataje y auxilio a personas y embarcaciones que ha prestado el Cuerpo desde sus inicios.

El personal voluntario está sometido a constante entrenamiento y capacitación mediante cursos de maniobras y nudos, radio operador del servicio móvil marítimo, navegación, radares marinos, primeros auxilios, motores diesel y fuera de borda, rescate de altura, buceo de rescate, etc., los cuales son dictados por el Departamento de Capacitación de la Institución y con la colaboración de organismos externos, tales como C.I.M.A.R. (Armada de Chile), SAMU, REI, GOPE (Carabineros de Chile), etc. Asimismo se realizan especializaciones en el extranjero, en Argentina, Brasil, México, España e Inglaterra.

Dentro del plan de adecuación de las medidas de salvamento, el Bote Salvavidas cuenta con un grupo de buzos autónomos plenamente capacitados y entrenados para desarrollar cualquier labor de salvamento y rebúsqueda.

Durante su historia se han desarrollado importantes planes de intercambio de Voluntarios con otras instituciones salvavidas afiliadas a la International Maritime Rescue Federation (IMRF), habiendo recibido dos miembros escoceses de la Royal National y posterior viaje hasta Escocia de dos Voluntarios del Bote, recibiendo capacitación y entrenamiento en esa estación, la que posteriormente ha sido traspasada al resto de la gente, esta misma actividad se ha desarrollado con una Institución hermana de Uruguay.

La institución cuenta con una Brigada Juvenil, compuesta, a la fecha, por 20 jóvenes de entre 13 y 17 años, quienes constituyen la semilla de futuros rescatistas que integraran las nuevas generaciones institucionales, asegurando la continuidad y la preparación temprana de estos adolecentes y le da una orientación de vida que va más allá del solo estudio de los temas inherentes a las labores de rescate, sino que se extienden a la formación en valores de vida tales como la disciplina, la responsabilidad, la solidaridad, etc. Esta brigada, junto a los demás voluntarios menores de 29 años dirigidos por el Capitán y los Oficiales viajaron al archipiélago Juan Fernández para ejercer labores de preparación en rescate destinado a los jóvenes de la isla dentro de un proyecto concursable del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) del Gobierno de Chile destinado a palear los efectos del tsunami.

En el año 2010, la institución ha debido afrontar grandes desafíos, partiendo por el resguardo en los fuegos artificiales y continuado con las rondas preventivas en las playas de la quinta región realizadas durante todo el verano, las que permitieron efectuar casi 50 rescates. Luego del terremoto y tsunami del día 27 de febrero la Institución se traslado al sector afectado y presto su importante colaboración en la rebúsqueda de cadáveres, labor que se extendió por casi dos semanas en las localidades de Llolleo, Duoa, Iloca, Constitución, Peyuhue, Curanipe, etc. y – ahora – en el archipiélago Juan Fernández. Luego, con ocasión del varamiento de la motonave Cerro Alegra, la Institución procedió al rescate de todos sus ocupantes y en las festividades del bicentenario, en las diferentes actividades de resguardo realizadas, se destaca el rescate de los ocupantes de la lancha Belén la que zozobró en la medianoche del día 17 de septiembre a la cuadra de la punta de molo con 35 pasajeros a bordo.

Esta historia se sigue escribiéndo …

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